Ciudadanos no contribuyen con limpieza de espacios públicos | EL MUNDO CON JULIA VERONICA | Scoop.it
Comer un chocolate y botar el envoltorio en el suelo, tomar un refresco y tirar la lata por la ventana del carro, lanzar el chicle a la calle cuando perdió el sabor, o cualquier papel que estorbe en la mano. Las formas de ensuciar los espacios públicos son variadas, pero la competencia de mantenerlos limpios no es solo de la municipalidad.
Las personas botan desde colillas de cigarro, papeles y envolturas hasta escombros. En el centro de la ciudad es fácil observar a la gente caminando y desechando cuanto papel o desperdicio tenga en la mano, y no en las papeleras o potes dispuestos para la basura, sino en cualquier calle o avenida. Incluso las jardineras de la plaza Bolívar fungen de papeleras.
La basura en las calles -específicamente esas pequeñas porciones disgregadas en aceras y cunetas-  constituye un gran problema que afecta a todos por igual, y radica básicamente en el comportamiento de los ciudadanos que no son conscientes del daño que generan al arrojar basura al suelo, quizás por ignorancia o por flojera.
—La cultura es parte importante de esto, ya que la gente con educación y suficiente cultura entiende que la basura en la calle hace ver mal el lugar y sabe que no se debe contaminar. Todos saben que deben barrer el frente de sus casas o negocios y no esperar que la alcaldía lo haga, aunque disponen de cuadrillas para esas labores— dijo un comerciante del centro.
En efecto, todos los días -desde tempranas horas de la mañana- en el casco central las cuadrillas de la alcaldía se disponen a hacer el barrido y limpieza. No obstante, antes que lleguen, el sinfín de desperdicios se visualiza a lo largo y ancho de las Quinta y Séptima avenidas: bolsas, envases plásticos, latas, papeles, envoltorios de comida, entre otros.
— Nadie quiere la basura, pero hay gente que ni siquiera se toma la molestia de disponerla en forma adecuada. La mayoría busca la salida fácil: arrojarla al piso. Lo peor es que los adultos le dan mal ejemplo a sus hijos. Yo soy de las personas que guarda la basura en la cartera, el bolsillo o en el carro. No soy capaz de botar algo a la calle— expresó Alejandra Contreras.
Vasos, bolsas, envoltorios, papeles y cualquier cosa que estorbe en la mano es desechada en las calles por las personas. (Foto/Jorge Castellanos)
Lamentablemente muy pocos ciudadanos piensan igual que Contreras, solo hay un pequeño grupo consciente de la contaminación del ambiente, y quizás por ser minoría hasta resultan agredidos cuando pretenden educar a otro. No falta aquel que insulte y ofenda a ése que lo señaló porque se le “cayó” un papel a la calle.
Muchas veces se echa la culpa al gobierno de no hacerles mantenimiento a drenajes y rejillas, que en épocas de lluvias colapsan e inundan las calles y avenidas, pero la culpa no es de las autoridades municipales o regionales, sino de las personas que obstruyen los drenajes al tirar la basura a la calle.
—Algún tubo o rejilla atrapa esa basura, la que empieza granito a granito a generar un gran bloqueo y esto ocasiona los problemas, por lo que el drenaje no da la capacidad para sacar toda el agua producto de las lluvias. A nosotros, por ejemplo, nos toca limpiar la rejilla frente al negocio— manifestó un comerciante aledaño a la plaza Bolívar.
Y es que si bien la municipalidad debe hacer un mantenimiento constante y periódico a las alcantarillas para asegurar que en época de lluvias no se inunden las avenidas, también es necesaria la participación ciudadana para mantener limpias las calles, evitando arrojar desperdicios, y de ese modo impedir que se tapen los drenajes.
Mariana Contreras